LA VACADA DEL MARQUÉS
Asensio Arteche fue el fundador de la ganadería Marqués de Saka siendo por aquel entonces la única explotación de reses bravas de Euskadi. Su actividad se resumía en la compra de reses de origen salvaje a los caseríos colindantes con el fin de exhibirlas en las calles de los pueblos. Con el paso del tiempo las vacas de Asensio comenzaron a cotizarse fuera del País Vasco lo que le obligo a empezar a adquirir reses marcadas, para ello compró 25 vacas y un semental.
Asensio, bajaba todos los años a pasar unos días a Tudela con el objetivo de comprar ganado bravo. Durante su estancia en las tierras navarras observaba meticulosamente todas las vacas que salían en los festejos, apuntando el número de aquellas vacas que quisiera comprar. Asensio no hacía distinciones según el fenotipo de los animales, seleccionando únicamente aquellas que mejor trabajasen. A lo largo de esos años llegaron a Deba numeroso animales del hierro de Don Adolfo Lahuerta, animales que sin duda mejoraron notablemente la genética de la ganadería. De aquel linaje procedía "Dieza"-10, una vaca que deslumbró en sus inicios como utrera. Sorprendentemente tuvo unos años donde no rindió como se esperaba de ella, lo que obligó a su ganadero a plantearse la opción de quitársela. Finalmente "Dieza" volvió a sacar la casta que había demostrado de novilla terminado sus días en la finca después de protagonizar innumerables actuaciones llenas de emoción.
En la actualidad quedan solamente dos descendientes vivos de la "Dieza". La única hija viva es "Sorgina"-21, un autentico tesoro genético que evoca a tiempos pasados. De colorado pelaje y veletas defensas, a primera vista cuesta creer que ambas sean madre e hija. Pero en realidad "Sorgina", presenta el antiguo fenotipo de las reses de Don Adolfo Lahuerta, un fósil viviente que ayuda a conocer las primigenias reses de la divisa blanca y azul.
Con el paso del tiempo las vacas de la F comenzaron a gozar de gran prestigio, siendo las protagonistas de sucesivas actuaciones llenas de casta, emoción y peligro. Así fue como los vecinos de Deba y otros muchos pueblos comenzaron a llamar a Asensio "El Marqués".
Asensio no tuvo hijos ni familiares que quisieran continuar con su legado, así que, en la década de los 90, se vio en la difícil situación de tener que vender la ganadería. Ofreciéndosela en primer lugar a Asier Arrizabalaga y a su hermano, quienes le habían ayudado desde los 14 años. Los hermanos no dejaron pasar la oportunidad y en 1997 adquirieron la finca junto a las reses y el hierro. Así fue como la familia Arrizabalaga Carrasco tomó el testigo y comenzó su andadura ganadera. La compra del terreno incluía el caserío Saka reformado con el paso de los años por la familia Arrizabalaga Carrasco siendo a día de hoy un restaurante y lugar de hospedaje.
Asier Arrizabalaga es uno de los pocos ganaderos que a día de hoy sigue con el sacrificado trabajo de criar y correr animales bravos en Guipúzcoa. Con la ambición añadida de llevar su hierro más allá de las fronteras vascas a localidades exigentes de Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana. Buscando siempre plasmar unas determinadas cualidades en sus pupilos. La bravura, la movilidad y lo más difícil, que la vaca remate. Esas son las características que uno de los animales de Saka debe de poseer para poder quedarse en la ganadería.
"Txispa"-17 |
La número 39 en el campo y en Cantavieja. |
Uno de los pilares fundamentales para establecer las bases de la ganadería fue "Anitz"-2, un toro que sin duda ha quedado escrito en los anales de la historia de Marqués de Saka. Hijo del toro número 64, conocido por sus incansables remates y saltos al callejón, caracteres que dejó en herencia a su hijo. Con tan solo dos años "Anitz" ya había salido en cientos de capeas y actuado en otros muchos pueblos, pero no destacó hasta el 2012 donde cuajó una gran actuación durante los carnavales de Tolosa. Rematando en varias ocasiones y saltando al callejón detrás de Ander Lizarralde. Comenzó así el reinado de "Anitz" en el caserío.
"Anitz"-2. Foto: Navarra Taurina. |
A lo largo de los años muchos de sus hijos siguieron defendiendo el legado que su padre les había otorgado. "Marinero"-40, el otro hijo vivo de "Dieza", es uno de esos guardianes que continúan perpetuando ese tesoro genético.
"Marinero"-40 |
Los toros de Don Juan José Laparte, han sido otra pieza fundamental para asentar los cimientos de la ganadería, padreando en el caserío durante años tras ser minuciosamente seleccionados. Dejando imprenta en muchos animales pelos tostados y colorados, el santo y seña de esta casa ganadera.
Sobran los adjetivos para describir a una de las veteranas más famosas de Saka, "Trumoia"-1. Los años no le pesa y sigue cumpliendo en la arena, deleitando a los asistentes con buenos detalles, y arrancadas, lanzándose una y otra vez a por sus adversarios, sin perdonar el más mínimo error. Colocando el broche de oro a sus actuaciones al terminar en tablas.
"Marquesita"-9 destacaba entre sus hermanas por sus playeras defensas. Durante la temporada pasada cuajó una buena actuación en Carcastillo donde puso en apuros en varias ocasiones a Moha, apretando en los recortes y en la pirámide.
Otra de las vacas que siempre cumple y con creces es "Naixuna"-47, una autentica especialista en remates. Ponerse delante de ella es todo un mérito pero lo verdaderamente complicado es llegar a las tablas antes de que ella te alcance.
Con una agresiva y sería mirada se desplazaba por el cercado la reina de la casa. De chorreado y brillante pelaje, "Diabla"-49, defendía su territorio. La codicia, la casta y el peligro, todos ellos sinónimos de "Diabla". En sus actuaciones destacaban las rápidas subidas al entablado detrás de sus rivales, derrochando peligro en el cono queriendo apresar a sus adversarios. Debajo de aquel espectacular pelaje se haya un gran tesoro genético, legado que ha dejado en herencia a sus dos hijas. Ambas lucen orgullosas en su pelo colorado el número de su madre.
La número 13, es otra vaca de armas tomar, que no deja pasar ni un fallo, aprovechando esa ventaja para coger a su presa.
"Argia"-17, es una de esas vacas que siempre deseas ver salir por chiqueros. En cada actuación hace gala de su codicia como si fuese la primera vez que salta a la arena. La codicia junto a su casta y la fuerza son las característica que mejor describe a esa dama de la F.
"Biurri"-37, una vaca que siempre guarda las espaldas de sus adversarios, persiguiéndolos sin descanso. Lanzándose a lo alto de la tijera en busca de su rival, tratando incansablemente de alcanzarlo. Subiendo velozmente la pirámide, abalanzándose en un abrir y cerrar de ojos, impulsada por la codicia, sobre su presa.
"Gaona"-53, una vaca que bien podría comprarse con un todoterreno, ya sea en los obstáculos o en una plaza limpia nunca defrauda a lo aficionados. Haciendo galas de sus múltiples cualidades durante sus salidas, trabajando incansablemente todos los trastos.
"Lolita"-77, fue la estrella de la tarde en Carcastillo la pasada temporada. Tras realizar una impecable actuación donde trabajo de manera excepcional todos los obstáculos, deleito a todos los aficionados dejando el detalle de oro de la tarde. Los aficionados observaban atentamente como la colorada saltaba, una y otra vez a por Moha que la citaba desde las alturas. Otra vaca que no defrauda en ninguna plaza, sea cual sea su rival.
Muchas han sido las vacas que han defendido hasta el final de sus días los colores de su divisa cada tarde. No pueden faltar la mención de animales que se echan de menos en las plazas como "Capitana"-11 más conocida entre los aficionados como la "Toro", "Leiza"-41, "Ermua"-53, "Gorri"-73 o "Lasarte"-57. Una vaca que por su inteligencia y casta se labró una gran reputación durante toda su vida, actuación a actuación.
"Capitana"-11. Foto: Navarra Taurina. |
Pero sin duda hay una vaca que me gustaría recordar especialmente. Llamaba la atención en los cercados por su pelo blanco aunque era su casta la que la hizo destacar durante toda su vida. "Kareta"-19, heredó la bravura de su padre "Anitz"-2 y el bonito pelo fue el regaló que le hizo su pintoresca madre. Nieta por parte de madre del número 33 de la JL. No tuve la oportunidad de verla en las plazas en vivo pero pude verla en el campo. Sigo echando de menos el sentarme a contemplarla con el Cantábrico de fondo.
Entre las flores de los cercados se desplazan sigilosas y desafiantes las pupilas de Don Nicolas Aranda. Uno de los tesoros mejores guardados del caserío que durante años han constituido una parte elemental dentro de la columna vertebral de la ganadería. Dejando escritas en las paginas de Saka una larga lista de vacas y machos dignos de admirar.
Todos los que me conocen saben de sobra a cerca de mi debilidad por las Nicolasa, y todo gracias a ella. Os presento a "Rubia", una pedazo de vaca. Lo primero que me cautivo de ella son sus miradas, dicen que los ojos son el reflejo del alma y los suyos reflejan toda su esencia. Para muchos puede que sea una tontería pero son pequeños detalles que cuentan mucho de cada animal.
La primera vez que la vi sobre la arena fue en Mendigorria donde ya era habitual disfrutar de sus emparradas en los corrales. La puerta de madera se abrió y salió a la arena con fuerza y poder, rematando en las tablas. Tras un par de arrancada se adueñó fácilmente de la arena. Después de aquella demostración de lo que llevaba dentro, pocos fueron los que se atrevieron a meterse en su terreno pero a pesar de ello no defraudó. Demostró su carisma a los aficionados, apretando y acompañando a sus adversarios hasta tablas, sin perdonar el más mínimo error.
"Catalina"-14, aquella de los ojos negros y malas ideas, aquella que nunca debes de perder de vista en el campo. Una vaca que en todo momento te tiene bien vigilado. No perdona la debilidad, repartiendo a partes iguales dentro de su cercado, sin perdonar la debilidad. Cuando se planta delante y levanta la cabeza. En el momento en que su negra mirada se vuelve blanca, ahí es cuando tienes que retroceder. Una Nicolasa en toda su esencia.
Entre las flores se encuentra otra Nicolasa a la que el paso del tiempo ha teñido casi por completo sus pelos de blanco. Responde al nombre de "Sombra"-22, que bien podría ser debido a su sombría y terrorífica mirada.
"Gari"-24, es otra de mis favoritas. Una Nicolasa que vale su peso en oro por ser todo simpatía y corazón, siendo una de las primeras en recibir a los desconocidos que invaden su territorio. Fama que no le costó mucho ganarse. "Garí" es una vaca que siempre da la cara y que nunca se la pierde a su adversario, lanzándose sin pensárselo dos veces a por el.
Custodiando a su precioso becerro se encontraba "Seria"-28, de chorreado y precioso pelaje. A pesar de su edad, la esencia de las Nicolasas es más fuerte que el paso de los años, haciendo frente sin dudarlo, a las demás vacas y a los que observen a su becerro.
Y a continuación os presento a "Seria"-36, la que sin duda alguna es la joya del caserío. Una Nicolasa con la que mantengo una relación de amor-odio. A mi me encanta echarle fotos y ella odia las cámaras. Otra de esas veteranas damas que las mata callando y que no pierde la oportunidad de demostrar quien manda.
"Bardenera"-3 a pesar de su apacible apariencia debido al paso de los años, sigue atesorando bravura para dar y regalar. En las pasadas fiestas de Deba, dejó a su becerro en el caserío para cuajar una buena actuación en el asfalto de la plaza. Dejando una explosiva salida, hacienda el hilo y rematando contra el vallado en busca de su rival, sin perdonar el más mínimo error. Entre aplausos y con la boca cerrada, la afición la despedía.
Hasta hace unos meses se encontraba en los montes de Saka una vaca seria, de finos puñales y precioso pelaje. Conocida como la "Pinta de Ander" fue sin duda una gran vaca, que demostró su bravo y encastado comportamiento durante las cientos de actuaciones que protagonizó a lo largo de su vida. Es por ello que se ganó pasar sus días en el campo, disfrutando de su merecido descanso.
Destacan en los prados las reses de Alipio por sus idénticas hechuras, respondían al nombre de "Garrochera"-39 y "Rabiosa"-41, ambas inseparables. Junto a ellas se encuentran dos jaboneras hermanadas por su mismo pelo aunque de diferente procedencia.